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Elecciones en Bolivia: ocho candidatos, un MAS fracturado y la promesa de una transición pacífica

Los ciudadanos bolivianos están llamados a votar este domingo en unas elecciones presidenciales y legislativas que, salvo sorpresas, pondrán fin a casi dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS). El partido, fundado por Evo Morales, llega dividido por profundas pugnas internas.

Ocho hombres compiten por la Presidencia tras la renuncia del actual mandatario, Luis Arce, quien en mayo desistió de buscar la reelección para evitar “ser un factor de división”. En su lugar, respalda al exministro Eduardo del Castillo como candidato oficialista, aunque con escaso respaldo popular. Morales, en cambio, desconoce la legitimidad del proceso y promueve el voto nulo, convencido de que un alto porcentaje le otorgaría una “victoria moral”.

La fractura del MAS se evidenció a finales de junio de 2024, cuando la izquierda no reaccionó unida ante un fallido golpe de Estado encabezado por militares. Desde entonces, la crisis interna se ha agudizado.

Dos conservadores en ventaja
Las encuestas anticipan una derrota histórica para la izquierda y colocan como favoritos a los conservadores Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga, ambos con cerca del 20 % de intención de voto. Doria Medina, empresario y candidato habitual, tendría una ligera ventaja sobre Quiroga, expresidente interino tras la salida de Hugo Banzer. Todo apunta a una segunda vuelta el 19 de octubre, en aplicación de la Constitución de 2009.

En la izquierda, Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y de 36 años, aparece como la principal figura, aunque relegado a menos del 10 %. Presenta su candidatura por la Alianza Popular tras no lograr convertirse en aspirante de unidad del MAS. Su campaña enfrenta, además, el lastre del voto nulo promovido por Morales, que podría superar el 14 %.

Retos para el próximo gobierno
Arce ha prometido garantizar una transición pacífica, sea cual sea el resultado. “Del Castillo es una gran opción, pero mi papel será encabezar un gobierno de tránsito democrático”, afirmó el mandatario, quien en 2020 obtuvo más del 55 % de los votos.

Deja a su sucesor un país con graves desafíos: casi la mitad de los niños vive en pobreza, el PIB apenas creció un 0,73 % en 2024 y la inflación rozó el 10 %, muy lejos de los tiempos en que Bolivia era considerada una de las economías más dinámicas de la región.

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