
Hoy, como cada año, los dominicanos celebran con amor a las madres, que son el pilar del hogar. Más allá del consumismo, este día es una oportunidad para honrarlas, ya que ellas guían a la familia y transmiten valores como el amor, la compasión y el perdón.
Las madres enfrentan alegrías profundas y dolores intensos, especialmente cuando la violencia o la injusticia arrebatan a sus hijos.
En todos los escenarios —familiares o sociales—, han sido luchadoras incansables por la justicia, la paz y la dignidad humana.
Este día también recuerda a aquellas que sufren por hijos perdidos en guerras o conflictos, y a quienes ya partieron, pero dejaron una huella imborrable en la formación de sus seres queridos.

El mayor regalo que puede recibir una madre no se compra: es la unidad familiar, una sociedad justa, y el respeto a los derechos fundamentales. Hoy, más que un obsequio, elevemos una oración y un sincero homenaje a su amor eterno.