
Santo Domingo.– Familiares y vecinos viven momentos de profunda consternación tras el brutal feminicidio cometido por el capitán Samuel Mora Alcántara, quien asesinó a su expareja Elania Nagartha Cabrera, de 35 años, y a su suegra Beatriz Reyes Cabrera, de 65 años, en su residencia del sector María Auxiliadora.
Según testimonios, Elania se había separado del militar hacía casi dos años debido a constantes episodios de maltrato y amenazas. Se había marchado junto a sus dos hijos menores, de 4 y 8 años, buscando protección.
“Ella me decía que no volvería con él porque vivía amenazándola y no la dejaba visitar a su madre”, relató una familiar.
Aunque la relación había terminado, Mora Alcántara no aceptó la separación y mantuvo una actitud acosadora. Pese al miedo, Elania nunca formalizó una denuncia, lo que deja al descubierto los vacíos en el sistema de protección a víctimas de violencia de género.
De acuerdo con el informe preliminar de la Policía Nacional, la noche del crimen el capitán recogió a sus hijos y, minutos después, regresó armado a la vivienda donde estaban acostadas ambas mujeres y les disparó fatalmente. Cámaras de seguridad captaron su llegada y los disparos que alarmaron a los vecinos.
Horas más tarde, Mora Alcántara se quitó la vida en una vivienda en Sabana Perdida, según confirmaron las autoridades.
El trágico hecho deja a tres hijos en la orfandad: dos niños menores de edad y una adolescente de 17 años, hija de Elania de una relación anterior.
Los cuerpos de las víctimas permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y serán velados en su residencia.
La comunidad exige justicia y mayor acción institucional frente a la violencia machista, que una vez más cobra vidas inocentes.